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El aceite esencial de árbol de té es uno de los aceites esenciales más versátiles que existen.
Presenta diversas aplicaciones tales como: acné y granitos ocasionales, psoriasis, dermatitis y alergias, cicatrizante en pequeños cortes y heridas, quemaduras leves y de sol, piel irritada por la depilación o el afeitado, hongos en las uñas de los pies y pie de atleta, picaduras de mosquitos y otros insectos, verrugas, piojos, cabello graso o reseco, cuero cabelludo sensible o presencia de caspa, herpes labial, sarpullidos de varicela o sarampión, golpes, contusiones, resfriados, bronquitis, congestión nasal, sinusitis, tos, mal aliento, encías inflamadas, aftas, dolor de garganta, dolores musculares, reuma, artritis, gota, infecciones ginecológicas, candidiasis, cistitis, hemorroides, limpiador del hogar ecológico, limpiador en profundidad de sanitarios y bañeras, antibacteriano, antivírico, etc.
