El Ginkgo Biloba favorece las funciones de microcirculación, la memoria y las funciones cognitivas.
Aumenta el tono venoso y disminuye la permeabilidad capilar, estando indicado en el tratamiento de síntomas menores, como la pesadez e hinchazón de piernas, la aparición de hematomas frecuentes o la adaptación dolorosa a cambios de temperatura, y de patologías como varices, flebitis, insuficiencia venosa y hemorroides. Actúa como vasodilatador específico cerebral, lo que unido a sus propiedades antioxidantes lo hacen de gran utilidad como protector del sistema nervioso central, sobretodo en personas de edad avanzada. Puede paliar las consecuencias neurológicas de la aterosclerosis y es eficaz en el tratamiento de vértigos, acúfenos, mareos y jaquecas tensionales. También puede asociarse a tratamientos para alteraciones de la microcirculación ocular y como ayuda a los antiagregantes plaquetarios.